Ya no recuerdo cuando fue la penúltima vez que fui al circo. Trato de hacer memoria y sólo consigo una collage de imágenes y les aseguro que ninguna es del mismo día ni del mismo lugar. Es increíble como podemos enterrar archivar las cosas en algún rincón de nuestro cerebro hasta que revivimos la experiencia.
Hace algo mas de un mes, disfrute de esa magia que produce el circo. Y tengo que confesar que me sentí niña de nuevo, aunque claro, sin esa angustia de que el trapecista pueda caer. Lo mejor de todo es que vi mi rostro de infancia reflejado en la cara de Alejandro. Esa cara de maravillado, fascinado y sorprendido definitivamente no tiene precio. Para él, su primera vez en el circo, fue inolvidable.
La Tarumba definitivamente es un circo peruano que uno no debe perderse!
Tengo que confesar que a pesar de todos mis intentos de
regresar al blog siempre había algo que me hacia posponer y posponer. Y es que tantos
cambios desde la mudanza han hecho que estos últimos 15 meses todo este de
cabeza. Así que vayamos por partes para que sepan por que he estado tan
ausente.
Una de las cosas que me ha tenido prácticamente atada de
cabeza, manos y pies fue conseguir un colegio para Ale a mitad de año. Esa fue
una tarea casi imposible pues no había vacantes pues en Perú la mayoría de
niños comienzan los colegios desde prekinder (4 años) así que postulan a los
colegios a los 3 años y los jardines han cerrado los salones de kinder - 5
años - por que no son negocio (Si, duela a quien le duela).
Para Ale el cambio de sistema educativo fue demasiado,
en primer lugar pasar por un proceso de evaluación al que no estaba preparado,
donde tenia que demostrar a los colegios que era un niño de 4 años maduro,
capaz de tomar sus propias decisiones pero a su vez seguir todas las indicaciones
de la evaluadora sin protestar. Después de un par de evoluciones fue aceptado
en un colegio A PRUEBA. Así que desde setiembre hasta la primera semana de
diciembre del año pasada tenía que demostrar a las profesoras que era capaz de
nivelarse, conseguir las habilidades que los otros tenían, poder estar en una
carpeta sin moverse, no frustrarse y aprender un tercer idioma. Además de que en
casa tenía que adaptarse a un nuevo país, a mejorar su español, adaptarse a una
rutina de vida diferente etc., fue demasiado para él. Obviamente al llegar el
fin de año las metas que tenia que lograr en el colegio no las alcanzo, aunque
si logro aprender el alemán. Así que ni modo había que retirarlo y comenzar de
nuevo.
Después de mucho darle
vuelta al asunto decidí que lo mejor era buscar un jardín que tuviera kinder
que debía haber alguno y prepare a Ale a afrontar el colegio. Y también el
apoyo de una psicóloga para que me ayude a estabilizarlo pues entre
la meses de prueba y los cambios de la casa tanto él como yo no podíamos o
mejor dicho no sabíamos como manejar la situación. Y como siempre digo las
cosas pasan por algo después de buscar y buscar apareció un jardín que abría
una sede muy cerca de mi casa y que tenía lo que yo busca para mi hijo. Tenían
una visión diferente de educación tradicional, concientes de que cada niño es
individual y por ello tienen sus propios procesos y no todos deben saber lo
mismo a la misma vez. Y sobre todo encontré el apoyo que necesitaba para que
Alejandro pase por su proceso de adaptación. La verdad que él esta feliz y yo
feliz por verlo así. Aunque claro hay momentos que extraña su país, sus amigos,
su casa y su gato.
Lo bueno de todo es que ahora que postulo al colegio, ingreso! El feliz por que por fin en el colegio al que va ir podrá hablar el
ingles como siempre.
Esta es una y las más grande de las razones, que en
líneas parece una cosa de nada, que me ha tenido totalmente alejada de blog.
Pero ahora que las cosas por fin fluyen vengo recargada y con muchas ganas de escribir.
2 Comments